12 febrero 2006

Expediente X (The X-Files, 1993-2002) (1ª Parte)




Eran principios de los 90 y aún perduraba en el imaginario colectivo las imágenes de esa gran serie surgida de la mente de unos de los mayores creadores de los últimos 30 años, Twin Peaks. Cuando inesperadamente, un modesto programa rodado íntegramente en Vancouver, con actores desconocidos e ideada por un surfero californiano (Chris Carter) empezó a estar en la boca de todos los estadounidenses, dando lugar al mayor fenómeno de culto que tuvo una serie de televisión en esa década. Su nombre, The X-Files.






La historia giraba alrededor de una pareja de agentes del FBI, el friki y simpático Fox Mulder (David Duchovny) y la científica e inteligente Dana Scully (Gillian Anderson), en su lucha por resolver los expedientes X del título (y sacarlos a la luz pública) que no eran otra cosa que casos sin resolver por el FBI (siempre con alguna vertiente paranormal) y que, a pesar de todo, al final de cada episodio eran incapaces de demostrar a sus superiores que dichos elementos paranormales existieran.
Este duo protagonista, mucho más carismático que atractivo (al menos de entrada porque Anderson fue ganando, y mucho, con los años) , eran una especie de visión moderna de Don Quijote y Sancho Panza. Probar la existencia de vida extraterrestre (y su conspiración por invadir la Tierra) eran los molinos de viento contra los que Mulder (traumatizado por la abducción de su hermana Samantha cuando ambos eran unos críos) se empeñaba en enfrentarse, una y otra vez, y contra los que siempre acababa abatido, aunque su fiel escudera Scully siempre estaba ahí para ayudarle a levantarse de nuevo.







La primera temporada sentó las bases de lo que vendría después, episodios más terroríficos mezclados habilmente con otros basados en la ciencia ficción, apoyados, todos ellos, por unos más que eficientes y muy vistosos efectos especiales, todo un prodigio de la imaginación debido, sobretodo, a su ajustado presupuesto. Se dejaba bien claro la indefensión de Mulder y Scully frente al resto (son sólo unos tristes peones jugando un juego que se les queda demasiado grande), que están completamente solos y que no pueden confiar en nadie más que en ellos mismos (sus superiores parecen callar más de la cuenta, el confidente de Fox, Garganta Profunda (Jerry Hardin), les explica lo que le conviene y no se sabe a ciencia cierta a que bando pertenece y además, está el enigmático fumador (William B. Davis) que se dedica a destruir pruebas y a borrar el rastro que ambos persiguen). A pesar de todo, Carter reconoció que por aquel entonces ignoraba por completo lo que tenía entre manos, de hecho, lo que más tarde se conocería como la mitología (el esqueleto argumental de la producción, la conspiración extraterrestre) de la serie apenas es vislumbrada. Únicamente algunos detalles sobre la abducción de Samantha y el cliffhanger final, con la muerte de Garganta Profunda y el robo de un feto, al parecer, extraterrestre, dan algunos indicios de hacia donde se dirigiría la trama.







Con la segunda temporada todo se aceleró. Los fans se sumaban a ambos lados del atlántico (televisiones de todo el mundo, incluyendo Telecinco, emitían la primera temporada con grandes datos de audiencia) , el merchandising se vendía como rosquillas y Chris Carter se topó con el primer gran problema de la serie (y que afectaría para siempre a su argumento), el embarazo de Gillian Anderson.
En 1994, Gillian se había casado con Clyde Kotz, miembro del equipo técnico de Expediente X y se había quedado embarazada, después de una larga reunión se decidió que no se podía prescindir de su personaje, así que optaron por intentar ocultar su estado de gestación vistiéndola con gabardinas cada vez más anchas, aunque cada vez se volvió más complicado hacerlo.
Anderson trabajó hasta prácticamente el momento del parto y para justificar su desaparición durante un par de semanas se tomó una importante decisión que se convertiría en uno de los momentos álgidos de la temporada, la abducción de Scully. Dos episodios más tarde, Dana regresaba en estado de coma (cosa que la actriz aprovechó para pasarse la mitad del rodaje durmiendo) hasta que por fin despertaba. Este acto, en principio anecdótico, marcó el desarrollo de los protagonistas y el de varios secundarios más, ahora estaba claro que los dos agentes eran algo más que simples compañeros de trabajo y que quizás podían confiar en alguien más, su superior Walter Skinner (Mitch Pileggi). También sirvió para presentar a un nuevo personaje, Alex Krycek (Nicholas Lea) que acompañaba a Mulder durante la desaparición de Scully y que se convirtió en el segundo malo oficial de la serie (detrás de "El fumador"), un hombre sin escrúpulos que se vendía al mejor postor y que no le importaba a quien tuviese que matar para lograr sus objetivos.

La calidad y el interés que despertaba la serie seguía en aumento, Fox tenía un nuevo confidente conocido simplemente como X (Steven Williams), todavía más enigmático (y peligroso) que el anterior, la trama se complicaba por momentos (aún así, los episodios mitológicos seguían siendo minoría) y el "Trust No One" que pronunciaba Garganta Profunda antes de morir el año anterior se convertía en profético en un cliffhanger final aún más vertiginoso que el pasado, el padre de Mulder reconocía haber tenido algo que ver en la desaparición de su hija y de participar en la conspiración alienígena, justo antes de ser asesinado por Krycek. La hermana de Scully también moría al ser confundida con Dana y el propio Duchovny parecía morir en el interior de un vagón de tren perdido en el desierto y que contenía cadáveres alienígenas. La X-Manía no había hecho nada más que comenzar.





Durante la siguiente temporada siguieron sumándose fans, los premios seguían llegando y el presupuesto global de la serie aumentando. Gillian Anderson se había divorciado y no paraban de escucharse rumores de que tanto ella como David Duchovny no se soportaban.

La conspiración siguió enredándose todavía más con la aparición del "aceite negro", una substancia de origen extraterrestre que se introducía en las personas y las dominaba por completo. Un nuevo malo recurrente, un cazador alienígena y poliforme (Brian Thompson) hacía su aparición, Scully iba recordando poco a poco asuntos relacionados con su abducción (un implante metálico de origen desconocido en la nariz que finalmente se extraía) mientras conocía a otras abducidas y ya se convertía en habitual el recurrir a los Pistoleros Solitarios, Byers (Bruce Harwood), Langly (Dean haglund) y Frohike (Tom Braidwood), como contrapunto cómico a la serie y para ayudar a Mulder en los momentos más imprevistos. La temporada acababa con un misterioso alienígena, también poliforme, con la capacidad de sanar que intenta ayudar a Fox y con la madre del agente gravemente enferma en el hospital, lo que revela su relación con "El fumador" y el descubrimiento de que ella tampoco era tan inocente como parecía...


CONTINUARÁ



Sergio Herrada Ruiz

Nos leemos

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un repaso a la serie más que correcto y completo. Buen trabajo, Grima.
A ver cuándo continúas con las nuevas temporadas (las últimas desgraciadamente no las he visto. Así que cuidado con los spoilers. Jejeje).

Saludos arácnidos.

Sergio Herrada Ruiz dijo...

Hombre!!! Se aprecia mucho su visita (espero que reincidente) por estos lares. No sé si sigues en contacto con Yorik y Psychobarbie, pero dales recuerdos de mi parte...

Mañana al mediodía espero ponerme con la 2ª entrega (serán 3), y referente a los spoilers, no puedo hacer nada por remediarlos, lee sólo hasta la temporada que hayas visto porque mi intención es destriparla entera...

Un abrazo y... nos leemos XD

Anónimo dijo...

Sigo en contacto, sí.

Las temporadas que no he visto son las 2 últimas. Del resto he visto todos los capítulos.
Respecto a los spoilers sólo bromeaba, hombre. No me suelen asustar. Disfruto de las series o películas igual. Salvo que cuentes el final definitivo de la serie y me digas que al final el fumador era un clon de Kennedy que se hizo la cirugía estética en Saturno o algo así y que Scully era su hija. Jajajajaja.

Saludos arácnidos.

Anónimo dijo...

Que gran analisis de esta gran serie! Veo que conoces al dedillo donde se oculta la verdad! Yo seguiré indagando...

Anónimo dijo...

Trust no one...